El rol del cuidador es fundamental para garantizar una vida digna y confortable a quienes necesitan asistencia diaria. Sin embargo, el autocuidado del cuidador es un pilar esencial para el bienestar de ambas partes, a menudo se pasa por alto.
Los cuidadores no profesionales de personas dependientes, que son un «capital social de enorme importancia» en España, suelen asumir esta responsabilidad de forma desinteresada. A pesar de ser una de las experiencias más gratificantes, esta labor no está exenta de dificultades y problemas. Es por esto que la necesidad de cuidar a los que cuidan es tan crítica para prevenir el agotamiento y el desgaste emocional del cuidador, garantizando así que puedan seguir ofreciendo la mejor atención posible.
El papel del cuidador: mucho más que tareas físicas
El rol del cuidador es fundamental para la vida de las personas mayores que necesitan asistencia diaria. Los cuidadores de adultos mayores desempeñan un papel multifacético que va más allá de las tareas físicas de asistencia. Su labor es un pilar que les permite a las personas dependientes disfrutar de un nivel de vida adecuado y de sus derechos fundamentales.
Este rol requiere una combinación de habilidades prácticas y empatía, ya que los cuidadores se adaptan constantemente a las necesidades de las personas a su cargo. En general, las tareas más comunes que realizan incluyen:
Ayudar en actividades diarias como comer o el aseo.
Ayudar con actividades instrumentales, como gestionar citas médicas o el mantenimiento del hogar.
Supervisar la administración de medicamentos y pequeñas labores de enfermería.
Proporcionar apoyo emocional y actuar como puente entre el paciente y los profesionales de la salud.
En España, el perfil del cuidador familiar es, en su gran mayoría, una mujer de entre 45 y 65 años que cuida a sus padres, maridos o suegras, o que trabaja en el cuidado de personas mayores particulares. Aunque cuidar a un familiar puede ser una de las experiencias más gratificantes, es un rol que también conlleva grandes dificultades y un «desgaste económico, psíquico y personal importante». A menudo, la situación no ha sido prevista ni preparada, lo que hace aún más difícil la adaptación a las nuevas responsabilidades. Por ello, el valor de la figura del cuidador debe ser reconocido y apoyado.
¿Qué riesgos corren los cuidadores y qué es el síndrome del cuidador?
El desgaste del cuidador, también conocido como síndrome del cuidador, es una realidad común. Este estado de agotamiento físico, emocional y mental puede surgir de la constante presión y el estrés. El estrés psicológico en el trabajo del cuidador es muy elevado.
Señales de alerta de la sobrecarga:
- Salud Física: Fatiga, dolores musculares y de cabeza, y dificultades para dormir. Los cuidadores gozan de peor salud en comparación con quienes no tienen esta responsabilidad.
- Salud Mental: Sentimientos de tristeza, ansiedad, frustración, irritabilidad, y, en casos extremos, depresión. La
soledad y el aislamiento social son comunes debido a que la dedicación a los cuidados reduce el tiempo para las actividades sociales. - Riesgos Laborales: El trabajo sin contrato aumenta la vulnerabilidad de los cuidadores, dejándolos expuestos a riesgos financieros y a la falta de derechos de las personas cuidadoras.
Los cuidadores tienen que tener una gran paciencia, dedicar la mayor parte de su tiempo a los cuidados de otra persona y esto supone un gran desgaste que puede terminar en depresión y aislamiento. Como cuidar al cuidador del adulto mayor involucra la planificación de descansos adecuados, el apoyo familiar y la utilización de recursos profesionales para aliviar la carga.
Es importante socializar con amigos, el apoyo de los familiares, recibir visitas o cultivar un ocio saludable que libere la mente. Es un error creer que una persona puede cuidar durante 24 horas a otra persona enferma o dependiente. Incluso las cuidadoras internas deben disponer de horas libres a diario como marca la ley y días libres todas las semanas.
¿Qué riesgos corren los cuidadores que atienden a un paciente con Alzheimer o demencia?
Los cuidadores de ancianos con Alzheimer o demencia suelen estar expuestos a una presión emocional más alta, ya que se enfrentan a cambios de comportamiento, pérdida de memoria progresiva y dependencia total del paciente. Esto incrementa los riesgos de ansiedad, depresión y sobrecarga emocional para los cuidadores y sus familiares.
Cuando el bienestar o la salud de un cuidador de ancianos se resquebraja, o su carga laboral se vuelve insoportable, es fundamental que reciba ayuda, pues de su equilibrio físico y mental dependerá también la calidad de los cuidados que reciba el adulto mayor al que cuida. Cuidar a quien te cuida no solo beneficia al cuidador, sino que también asegura una atención de calidad para las personas mayores bajo su cuidado.
Autocuidado para cuidadores
El desgaste emocional del cuidador, también conocido como burnout, es una realidad común entre los cuidadores de adultos mayores. Este estado de agotamiento físico, emocional y mental puede surgir de la constante presión y el estrés asociados con el cuidado de adultos mayores.
Los cuidadores pueden experimentar sentimientos de frustración, tristeza, ansiedad y, en casos extremos, depresión. Reconocer los signos de sobrecarga del cuidador es el primer paso para gestionarlo de manera efectiva. La desesperación del cuidador puede afectar tanto su bienestar personal como la calidad del cuidado que brindan.
El autocuidado es la mejor manera de mantener tus capacidades para cuidar a una persona mayor.
¿Qué no debe hacer un cuidador?
Un cuidador no debe descuidar su propia salud, cargar con todas las responsabilidades sin delegar, trabajar sin contrato o ignorar los signos de agotamiento.
¿Quién cuida al cuidador? ¿Quién ayuda al cuidador?
Estas preguntas reflejan una necesidad real: el cuidador también necesita apoyo. Los familiares, las instituciones y las empresas de cuidado de personas mayores a domicilio tienen la responsabilidad de ofrecer recursos y respaldo.
¿Cómo empezar a cuidarse?
- Organiza y delega: La planificación de tareas te permitirá dosificar energías y tener una mayor sensación de control. Es fundamental coordinarse con los familiares y repartir las tareas semanalmente para no tener una carga excesiva.
- Cuida tu salud física y mental: Es vital incorporar hábitos saludables como una buena alimentación, ejercicio regular y un descanso adecuado. Dormir al menos siete horas es prioritario.
- Maneja el estrés y la ansiedad: No anticipes acontecimientos ni sientas culpa por disfrutar del tiempo libre o marcar tus límites. Aprende a identificar y cuestionar los pensamientos negativos.
- No tengas miedo de pedir ayuda: Aceptar ayuda de otros no siempre es fácil, pero es un paso crucial. Haz una lista de tareas concretas y sé claro y específico al pedirlas.
Prevención y riesgos laborales de las cuidadoras
El trabajo de los cuidadores de adultos mayores implica una serie de riesgos laborales que deben ser prevenidos para garantizar su seguridad y salud. Entre los riesgos físicos más comunes se encuentran las lesiones musculares derivadas de levantar o mover a las personas mayores, así como la exposición a enfermedades contagiosas.
Es esencial que los cuidadores reciban una formación adecuada en técnicas de levantamiento seguro y en el manejo de situaciones de emergencia sanitaria, para minimizar estos riesgos.
Además, el trabajo sin contrato puede incrementar significativamente la vulnerabilidad de los cuidadores. Trabajar sin contrato implica la falta de acceso a beneficios laborales como seguro de salud, vacaciones pagadas y protección social, lo que deja a los cuidadores expuestos a riesgos financieros y legales. Sin un contrato formal, los cuidadores no tienen garantías de estabilidad laboral ni derechos ante posibles abusos o condiciones de trabajo injustas.
Esta precariedad laboral no solo afecta su bienestar económico, sino que también puede tener un impacto negativo en su salud física y mental, al no contar con el apoyo necesario en momentos de enfermedad o fatiga extrema.
Además de los riesgos físicos y laborales, los cuidadores que trabajan sin contrato a menudo carecen de acceso a formación continua y recursos de apoyo, lo que limita su capacidad para desempeñar su labor de manera eficiente y segura.
El valor de Cuidum: Acompañamiento y apoyo al cuidador
Cuidum aporta un valor crucial al profesionalizar el servicio de cuidado de personas mayores a domicilio, resolviendo directamente los desafíos que enfrentan tanto los cuidadores como las familias. Entendemos que la vocación por cuidar no es suficiente; es esencial mejorar las condiciones de trabajo y saber cuidar a los que cuidan.
Por eso, en Cuidum, seleccionamos rigurosamente a los mejores cuidadores y cuidadoras y nos aseguramos de que trabajen en las mejores condiciones laborales. Esto no solo protege a los profesionales, sino que también se traduce en una atención de mayor calidad para los adultos mayores.
¿Por qué contratar a una cuidadora a través de una empresa de cuidado de personas mayores a domicilio?
Contratar a un cuidador a través de Cuidum aporta una serie de beneficios y garantías:
Formalidad y seguridad laboral: A diferencia del trabajo sin contrato, que aumenta la vulnerabilidad del cuidador, un contrato formal garantiza el acceso a beneficios laborales como seguro de salud, vacaciones pagadas y protección social. Esto asegura que el cuidador esté en las mejores condiciones para realizar su labor.
Perfiles seleccionados y con experiencia: A diferencia de una búsqueda individual, Cuidum selecciona rigurosamente a los mejores perfiles, capaces de adaptarse a cualquier necesidad.
Cumplimiento de la legalidad: Nuestro equipo se asegura de que se cumplan todos los derechos laborales y que la contratación se realice siguiendo todas las normativas actualizadas.
Calidad de vida para la familia: Contratar a un cuidador experimentado ayuda a la familia a evitar el desgaste y las tensiones del cuidado. De esta forma se asegura una atención de alta calidad para la persona mayor.
Y es que la vocación por cuidar a los demás no es suficiente. Hay que mejorar las condiciones del cuidado y aprender a cuidar al cuidador. Por eso en Cuidum asumimos dicho desafío como propio y ofrecemos toda la información al respecto sobre si se puede contratar a un cuidador como familiar o no, y que múltiples opciones de cuidados existen mucho más optimas que la opción de un cuidador familiar.
2 comentarios
Así es, las personas cuidadoras necesitan cuidados, necesitan existir y disfrutar, ser conscientes de sí mismas y de sus propias necesidades.
Estoy totalmente de acuerdo en que nadie puede cuidar 24 horas al día. Además cuando hablamos de trabajadoras sin descanso , estamos hablando de esclavitud.
Gracias Juanjo Torres por visibilizar esta problemática que afecta a un gran número de cuidadoras, familiares y trabajadoras,sin que la mayoría de la sociedad se de cuenta de que estamos hablando de un problema social.
Gracias a tí Teresa, hay un largo camino por delante pero ese es el objetivo. Que las cuidadoras dejen de ser invisibles.