El Gobierno ha aprobado un Proyecto de Ley que contempla la obligación del registro de jornada para todas las empleadas del hogar, ya sea de forma física o digital. Esta medida, aún pendiente de aprobación en el Congreso, busca equiparar sus derechos con los del resto de trabajadores y evitar abusos relacionados con horas extra o condiciones irregulares.
¿Qué es el TJUE y qué establece?
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) es el máximo órgano judicial de la Unión Europea, encargado de garantizar la interpretación y aplicación uniforme de las leyes europeas en todos los Estados miembros.
En diciembre de 2024, el TJUE se pronunció a favor de que los empleadores domésticos también cuenten con un sistema de registro de jornada, con el fin de asegurar que se cumplen las condiciones pactadas en el contrato y que las trabajadoras puedan reclamar sus derechos en caso de abuso o despido.
Este pronunciamiento subraya la importancia de adaptar las normativas nacionales a los estándares europeos, especialmente para proteger los derechos de colectivos tradicionalmente más vulnerables, como las empleadas del hogar y las cuidadoras de personas mayores.
El TJUE remarca que el registro de la jornada laboral no solo es una obligación para los empleadores, sino también una herramienta clave para garantizar que las trabajadoras puedan ejercer sus derechos de manera efectiva y segura.
La sentencia pretende prevenir situaciones de abuso laboral. La obligación de “fichar” responde a la necesidad de documentar con precisión las horas realmente trabajadas y asegurar el cumplimiento de los horarios establecidos en el contrato.
Aunque todavía falta su transposición definitiva a la legislación española, la sentencia del TJUE abre la puerta a establecer el registro de jornada obligatorio también en el ámbito del hogar, promoviendo la equidad en el entorno laboral y dignificando el empleo de miles de trabajadoras.
¿Desde cuándo es obligatorio el registro de jornada?
Tras el impulso europeo, el Gobierno español ha comenzado a dar pasos concretos para aplicar el registro de jornada en el ámbito del hogar. En este mes de mayo de 2025, el Consejo de Ministros aprobó un Proyecto de Ley que incorpora esta obligación dentro de la futura Ley de Reducción de la Jornada Laboral.
El texto propone modificar el Real Decreto 1620/2011 para que el registro diario de jornada también sea exigible a empleadores de trabajadoras del hogar, ya sea mediante formatos físicos o digitales adaptados a los recursos disponibles en cada domicilio.
Aunque la norma aún debe superar su tramitación en el Congreso de los Diputados, el Gobierno ha mostrado un compromiso firme con su aprobación y aplicación efectiva. Esta medida nace con un objetivo claro: mejorar la protección laboral de uno de los colectivos más expuestos a jornadas excesivas y difíciles de controlar, como son las cuidadoras internas.
Por ahora, el cumplimiento no es obligatorio, pero todo indica que en los próximos meses esta exigencia pasará a formar parte del marco legal. Hasta entonces, resulta aconsejable que familias y trabajadoras empiecen a familiarizarse con modelos simples de registro como medida de prevención y transparencia.
¿Cómo será el nuevo registro de la jornada laboral?
El registro de jornada para empleadas del hogar deberá llevarse a cabo de forma diaria, y podrá hacerse por cualquier medio físico o digital, siempre que sea accesible para la familia y la trabajadora, y permita dejar constancia fiable del tiempo de trabajo.
El Gobierno ha optado por un modelo flexible y proporcionado, teniendo en cuenta que muchas familias no disponen de herramientas tecnológicas avanzadas. Lo importante no es el formato, sino que el sistema permita verificar claramente las horas trabajadas cada día.
Se considerarán válidos, por ejemplo:
- Hojas impresas o cuadernos donde se anoten la fecha, la hora de inicio y fin de la jornada, y que estén firmadas por ambas partes
- Aplicaciones móviles o digitales de uso sencillo, como TimeCamp, Sesame o incluso una hoja de cálculo tipo Excel o Google Sheets compartida
- Cualquier otro sistema (manual o electrónico) que recoja de forma precisa los datos básicos: fecha, hora de entrada, hora de salida y firma o validación mutua
Es importante tener en cuenta que el registro debe conservarse como prueba durante al menos cuatro años, ya que puede ser solicitado por la Inspección de Trabajo. Esta obligación será clave para evitar abusos, controlar el respeto a los descansos legales y prevenir la realización de horas extraordinarias no remuneradas, especialmente en casos de cuidadoras internas o con jornadas prolongadas.
Este nuevo sistema no busca complicar la vida a las familias, sino garantizar transparencia, justicia y protección laboral, beneficiando tanto a empleadores como a trabajadoras.
¿Qué tipos de despido hay?
Tras la decisión del TJUE, los empleadores que contrataban estos servicios no estaban obligados a llevar un registro de las horas trabajadas, lo que daba lugar a situaciones de desprotección laboral.
Este cambio permite que las trabajadoras puedan justificar su jornada en casos de conflictos, como despidos, y reclamar una indemnización por despido improcedente en situaciones injustificadas
Un ejemplo destacado es el caso que llevó al TJUE a intervenir, una empleada del hogar contratada a tiempo completo reclamó su despido, que fue declarado improcedente por los tribunales españoles.
Durante el proceso, la trabajadora tuvo problemas para demostrar las horas trabajadas y el salario que reclamaba.
Es así, como se ve cómo la falta de un registro de jornada laboral puede perjudicar a las trabajadoras en situaciones de despido, y subraya la importancia de esta herramienta para garantizar un trato justo.
Entre los tipos de despidos que pueden afectar a las empleadas del hogar destacan:
Ocurre cuando la terminación de un contrato laboral se basa en motivos discriminatorios o viola derechos fundamentales protegidos por la ley. Ejemplos de esto incluyen despidos relacionados con embarazo, enfermedad grave, o pertenencia a un sindicato.
Este tipo de despido depende de si el empleador puede justificar legalmente las causas que motivan la terminación del contrato. Un despido procedente está respaldado por razones válidas y comprobables, mientras que un despido improcedente ocurre cuando no se pueden demostrar dichas causas, lo que da derecho a la trabajadora a recibir indemnización.
El registro de jornada laboral será un elemento clave para validar o refutar las razones alegadas en casos de despido.
Principales cambios en los derechos de las empleadas de hogar
La implementación del registro de jornada representa un avance importante en los derechos laborales de las empleadas del hogar. Este cambio no solo asegura una mayor transparencia, sino que también refuerza otros aspectos clave de su relación laboral.
- Registro de jornada: Se convierte en una herramienta imprescindible para documentar las horas trabajadas, facilitando la resolución de conflictos.
- Indemnizaciones por despido: Las empleadas ahora cuentan con un marco más sólido para reclamar indemnizaciones justas en caso de despido improcedente.
- Acceso a la seguridad social: El registro asegura que las cotizaciones reflejen las horas reales trabajadas, mejorando su acceso a prestaciones sociales como pensiones y subsidios.
- Condiciones de trabajo: Este cambio fomenta relaciones laborales más equilibradas y respeta los derechos básicos de las trabajadoras.
¿Cómo afecta a las cuidadoras de personas mayores?
El impacto de esta medida es especialmente relevante para las cuidadoras de personas mayores, un grupo que forma parte significativa del colectivo de empleadas del hogar. Estas mujeres, que desempeñan un papel esencial en el cuidado de los mayores, se beneficiarán de una mayor regularización de su actividad laboral.
El registro de jornada garantiza que se respeten sus horarios y condiciones laborales, contribuyendo a una mejora en su calidad de vida. Al mismo tiempo, proporciona a las familias una mayor seguridad jurídica, asegurando que las horas trabajadas se ajusten a lo estipulado en el contrato.
En un sector compuesto mayoritariamente por mujeres cuidadoras, esta medida refuerza la visibilidad y dignidad de su trabajo, promoviendo una relación laboral más justa y equilibrada entre empleadores y trabajadoras.
En Cuidum, nos comprometemos a facilitar este proceso, asegurándonos de que las cuidadoras de personas mayores cuenten con contratos regularizados, acceso a la seguridad social y todos los derechos que merecen. Un entorno laboral equitativo no solo mejora la calidad de vida de las trabajadoras, sino que también asegura un cuidado de calidad para quienes más lo necesitan.