Lo que no se utiliza, se acaba perdiendo. Es una afirmación que se puede aplicar tanto a las capacidades físicas como a las cognitivas y que en el caso de la tercera edad tiene una mayor relevancia. Las actividades para personas mayores forman parte de su desarrollo y formación continua, promueven la autonomía e invitan a pasar el tiempo de la manera más enriquecedora. Integrar las actividades culturales y de ocio en la asistencia domiciliaria es un modo estupendo de mantener en forma a nuestros mayores.
Gestión del ocio y el tiempo libre en la tercera edad
Cuando nos referimos a actividades para personas mayores hay que hacer una distinción entre las activas y las pasivas.
- Las actividades pasivas son aquellas en las que la persona mayor contempla, analiza y procesa la información. Lo único que se requiere por su parte es una actitud curiosa y un poco de atención. Son actividades que se pueden practicar tanto en grupo como en solitario, como la visita a una exposición de arte o la asistencia a un espectáculo de danza.
- Las actividades con participación activa requieren de la intervención directa de la persona mayor. Por lo general son actividades de colaboración grupal que pueden desarrollarse de forma individual con la ayuda de un monitor. Las actividades culturales para mayores con participación activa son habituales en los centros de día: manualidades y talleres de diferentes temáticas con las que el adulto mayor puede desarrollar nuevas habilidades.
Lo más recomendable es que las actividades para trabajar con adultos incluyan estas dos modalidades. De este modo se promueven tanto las capacidades sociales como las individuales, ayudando a los mayores a tomar el control de su propio tiempo libre cuando no están acompañados.
Actividades de ocio para personas mayores: ejercitar la mente y el cuerpo
Así como existen actividades para personas mayores que implican participación activa o que se desarrollan de forma pasiva, también existe una distinción entre ejercicios físicos e intelectuales.
Para adaptarse al nuevo estilo de vida que implica la jubilación, es necesario encontrar este equilibrio entre las actividades de ocio para la tercera edad que implican un esfuerzo físico y las que suponen un reto para la mente.
Actividades físicas para persona mayores
- Caminar: es la actividad de ocio para personas mayores más sencilla y accesible. Los paseos regulares favorecen a la salud cardiovascular. Caminar en compañía es además una oportunidad para socializar.
- Natación: uno de los ejercicios más completos y menos agresivos para las articulaciones. Las actividades en el agua tonifican la musculatura, desarrollan la capacidad pulmonar y activan el corazón.
- Estiramientos y relajación: disciplinas como el yoga o el tai-chi mejoran la flexibilidad, la fortaleza y el equilibrio. El trabajo de la respiración ayuda a controlar los niveles de estrés y ansiedad.
Actividades culturales para persona mayores
- Imserso y viajes: una manera de cultivar las relaciones sociales mientras se descubren nuevos rincones del planeta. Viajar ofrece una nueva perspectiva de la realidad y nos vuelve más comprensivos y empáticos.
- Lectura: es una de las actividades en solitario más enriquecedoras. La lectura de un libro implica concentración y memoria. También es una manera de mantener activa la imaginación, de ilusionarse y de generar nuevas expectativas en la vida.
- Talleres de arte y manualidades: el aprendizaje no se detiene con la edad. Cualquier momento es bueno para seguir aprendiendo y descubriendo nuevas habilidades. El trabajo manual desarrolla la creatividad y permite trabajar todas las capacidades cognitivas de un modo lúdico y ameno.
Actividades para fomentar las relaciones sociales en personas mayores
La socialización en personas mayores resulta beneficiosa desde múltiples perspectivas. Por un lado, ayuda a que el adulto mayor no se sienta excluido de la sociedad. Pero además ayuda a la prevención y la mejora de los síntomas de algunas de las patologías más comunes a edades avanzadas. Nos referimos a esas enfermedades relacionadas con la esfera psicosocial como lo son la depresión o la ansiedad.
A través de las actividades culturales para mayores realizadas en grupo se le puede sacar mucho más partido a este contacto social. Es lo que sucede, por ejemplo con el Imserso y los viajes. Los bailes, las fiestas y otras celebraciones especiales son algunas de las actividades para fomentar las relaciones sociales en personas mayores.
Lamentablemente, la pandemia ha obligado a limitar muchas de las actividades para personas mayores que implican contacto social. No obstante, y con las medidas de seguridad adecuadas, poco a poco se van recuperando estos encuentros que favorecen a la socialización. Los programas de viajes del Imserso vuelven a estar en activo y también han reabierto sus puertas los centros de día en los que se realizan actividades para trabajar con adultos. Son pasos importantes en este proceso de vuelta a la normalidad.
Beneficios de las actividades de ocio para personas mayores
Mantener a las personas mayores entretenidas es mucho más que una forma de pasar el tiempo. Las actividades culturales para personas mayores presentan grandes ventajas para su salud física, mental y emocional:
- Amplían las amistades.
- Promueven la participación.
- Combaten la soledad.
- Incrementan la actividad cerebral.
- Estimulan las capacidades individuales.
- Fortalecen la autoestima.
- Desarrollan la creatividad.
- Elevan el estado de ánimo.
- Favorecen al bienestar general.
Las actividades de ocio para personas mayores son fundamentales en sus rutinas diarias. Ejercitar la mente y el cuerpo de los adultos es parte de la labor que desempeñan las cuidadoras domiciliarias de Cuidum. Promovemos una asistencia domiciliaria orientada al trabajo constante con los mayores con el objetivo de promocionar su autonomía y garantizar su buen estado de salud. Y lo más importante de todo: les ayudamos a sentirse más felices y realizados en su día a día.