Se acercan fechas muy emotivas y familiares. En este sentido las personas mayores son uno de los colectivos más vulnerables frente a soledad en Navidad. Los cuidadores de adultos mayores en sus domicilios desarrollan una función fundamental, trabajo que se ve reforzado en Navidad, donde el cuidador tiene una relevancia especial.
Evitar la soledad en Navidad para las personas mayores
Por imposición o porque no existen otras alternativas, muchas personas mayores sienten soledad en Navidad. Este año habrán personas mayores que por primera vez se vean obligadas a quedarse solas en casa en estos días que tradicionalmente han sido para el reencuentro familiar. Afortunadamente, la figura del cuidador a domicilio pone solución al problema de la soledad en la tercera edad y aporta un poco de luz en este panorama tan oscuro.
Particularidades del cuidado de personas mayores durante las fiestas navideñas
¿Por qué nos sentimos más apenados al saber que hay personas mayores sintiendo soledad en Navidad? Desde un punto de vista objetivo, la soledad de los ancianos es un problema que se extiende más allá de estas fechas señaladas y que resulta preocupante en cualquier época del año. Pero desde una perspectiva más emocional entendemos que la Navidad tiene unas connotaciones sociales y familiares especiales.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos podemos deducir que la figura del cuidador de ancianos adopta unos matices especiales en esta época del año que se caracteriza porque:
- Las emociones están a flor de piel.
- Existe cierta tendencia a la nostalgia que, de no gestionarse de la manera adecuada, puede conducir a un estado depresivo.
- Las condiciones ambientales (el frío, la lluvia, los días desapacibles…) no ayudan a levantar los ánimos alicaídos.
- Las personas mayores se muestran más propensas al abatimiento y la tristeza, dos sentimientos que se realimentan y dificultan un cambio a actitudes más positivas.
¿Por qué la soledad en Navidad supone un reto en el cuidado de personas mayores?
No hay duda de que la cercanía de la familia es el mejor antídoto frente a la nostalgia navideña. Pero cuando nuestros seres queridos no pueden estar tan cerca de nosotros como nos gustaría, hay que buscar otras alternativas.
El perfil del cuidador domiciliario debe reinventarse durante la Navidad para ofrecer un servicio de asistencia profesional que incluye algunos matices que no están tan presentes en otros momentos del año.
- Por lo general, se asume una mayor carga de trabajo, normalmente en días festivos y con un marcado acento familiar.
- Es habitual que para el cuidador resulte complicado compatibilizar sus compromisos personales con el compromiso profesional que asume al tener a su cargo a una persona mayor.
- Muchos cuidadores y cuidadoras también viven lejos de sus familias o sin posibilidad de pasar la Navidad con ellas, por lo que les resulta complicado mantener el ánimo alto.
- Gestionar las emociones de una persona mayor en estos momentos tan delicados es más complicado que en otros escenarios más favorables.
Aprender a manejar el estrés, tener una buena planificación de estas semanas y conservar el equilibrio emocional en unos días tan emotivos, resultan aspectos fundamentales para garantizar el bienestar de los cuidadores y de las personas que están a su cargo.
Actividades durante el cuidado de personas mayores en Navidad
¿Todavía no tienes un plan concreto para los próximos días? En este proceso de reinvención del cuidador para ajustar la calidad y eficiencia de sus servicios de atención en época navideña resulta muy útil preparar algunas actividades que se salgan de lo cotidiano. Son una fórmula estupenda para conseguir que las personas mayores se mantengan entretenidas y al margen de pensamientos negativos con tal de evitar sentimientos de soledad en Navidad.
Estas propuestas te ayudarán a darle la vuelta a estas fechas tan señaladas para transformar los recuerdos y la nostalgia en algo beneficioso para el equilibrio emocional de los mayores.
- Una vuelta a la infancia: ¿Quién dijo que hay que perder la ilusión por la Navidad al hacerse adultos? A todos nos gustan las sorpresas, los adornos navideños, los dulces típicos de estas fechas. Aprovecha todos esos aspectos que nos devuelven a la infancia para que los mayores a tu cargo se liberen de las preocupaciones de la edad adulta.
- Trabaja las capacidades cognitivas: la Navidad es una época repleta de estímulos. Estos días tienes la excusa perfecta para estimular la psicomotricidad, trabajar en manualidades, preparar un postre especial, escuchar villancicos, contemplar la iluminación de las calles… Todo lo que nos saca de lo rutinario nos obliga a mantener el cerebro en activo y a poner en marcha mecanismos como la concentración, la percepción, la atención y el procesamiento de información.
- Utiliza la memoria en positivo: combate la soledad en Navidad a través de los recuerdos. Un cuidador profesional ha de desarrollar las habilidades necesarias para hacer de la nostalgia un sentimiento esperanzador. Ejercitar la memoria resulta muy beneficioso a nivel psicológico y a nivel emocional. Por otro lado, recordar los momentos agradables del pasado nos pone en el camino de la felicidad que aún está por venir.
Ha sido un año complicado para las personas mayores, sus familiares y cuidadores y el conjunto de la sociedad. Precisamente por ese motivo, es importante afrontar la recta final de con una buena dosis de optimismo. Contar con el apoyo de un cuidador profesional esta Navidad es proporcionarle a nuestros mayores justo lo que más necesitan en este momento: compañía y, sobre todo, esperanza.