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Es frecuente pensar que en invierno y, especialmente en la época navideña, las personas mayores sienten una mayor tristeza derivada del mal tiempo y la añoranza de los seres queridos que ya no están. Esto no deja de ser cierto ya que son muchas las personas de avanzada edad que también padecen esta melancolía, entristecen y sienten soledad en verano.
Estudios estadísticos realizados por el Instituto de Mayores y Servicios sociales, más conocido como IMSERSO, la mayor cifra de personas en situación de decaimiento emocional, hasta el 11,4%, se produce en verano. Entre la población más mayor de nuestro país, un número más elevado de personas de avanzada edad afirmaron haber sentido mayor tristeza durante la época veraniega por diferentes motivos, entre los que se encuentran la soledad no deseada provocada por el abandono de personas mayores por parte de sus familias debido a las vacaciones.
La soledad en verano, por tanto, se convierte en un gran problema que se debe combatir de cara a buscar una mejor situación para las personas mayores. Sin duda alguna, estar atentos a sus necesidades en todos los momentos con independencia de la época del año en que nos encontremos, escucharles, acompañarles y buscar soluciones alternativas para su cuidado son las claves esenciales para prevenir este desagradable malestar que se deriva de la soledad en las personas mayores.
Una de las causas principales por las que se produce la soledad en la tercera edad es por el abandono que sienten los mayores cuando la familia cercana emprende viajes vacacionales en los que los ellos no están incluidos.
En muchas ocasiones resulta imposible emprender ese viaje por las condiciones de movilidad del mayor, en otras, cierta despreocupación familiar hace que las personas mayores se queden en casa pensando que es mejor para ellos. No preguntar a la persona mayor qué es lo que desea para ese periodo particular suele ser uno de los mayores agravantes de esta condición.
Es importante mencionar que, aunque se pregunte por sus deseos, son muchas las ocasiones en que las personas mayores no quieren resultar un impedimento, inconveniente o rémora para la familia y callan por no ser un estorbo en los planes de los más jóvenes. Evitar su sensación de soledad en estos casos pasa por la observación y la comunicación más fluida durante todo el año.
La sensación de soledad en la tercera edad es algo que resulta grave e intolerable para las personas que la sufren. Pero además, esta desagradable sensación de soledad no deseada puede derivar en otros problemas de salud mucho más graves para los mayores.
La depresión es uno de los problemas más comunes derivados directamente de la soledad y uno de los más peligrosos debido a su invisibilidad a los ojos de las personas que rodean al afectado. En muchas ocasiones los síntomas no son correctamente interpretados por los familiares o se minimizan de forma peligrosa haciendo que se incremente el problema de forma paulatina. Diversos estudios confirman que la soledad se une a otros elementos como la pérdida de movilidad y de capacidades sensoriales para causar depresión en las personas mayores.
De la mano de la depresión viene la dejadez y la despreocupación total por la propia salud dando pie así a la llegada de otras enfermedades derivadas o abriendo el camino al avance de enfermedades ya existentes.
Sin duda, recae sobre la familia la responsabilidad principal a la hora de hacer sentir a los mayores esa apreciada sensación de pertenencia al grupo, de ser queridos y valorados como miembro fundamental. Cuando la persona mayor no tiene claros estos puntos y nota a diario el apego de su familia más cercana, la soledad y la depresión difícilmente aparecerán.
Una vez tenemos claras las principales causas de la soledad de las personas mayores en verano y los efectos tan negativos que estas conllevan es hora de proponer soluciones para evitar esa terrible soledad en las personas mayores:
En Cuidum aconsejamos dejar a alguien de confianza al cuidado de las personas mayores es una clara muestra de preocupación e interés por su salud y su bienestar, ellos lo agradecerán. De igual modo, la familia podrá disfrutar de su periodo de ocio y descanso de una forma más relajada al saber que la persona que se quedó en casa está segura, acompañada y atendida. Durante la ausencia familiar, también es conveniente llamar para preguntar por su salud, su rutina diaria y su estado anímico. Una simple llamada puede ayudar mucho a la persona mayor que se queda en casa.
En este mismo sentido, es imprescindible contar siempre con personas de confianza y, cuando sea posible, contratar los servicios de profesionales especializados en el cuidado de personas mayores. Esto es así porque se trata de un trabajo difícil que requiere una preparación y un conocimiento y, por tanto, los profesionales siempre podrán realizarlo de forma mucho más satisfactoria que cualquier una persona conocida en quien depositemos nuestra confianza durante unos días.
¿Y tu, por qué solución de las que te proponemos optas para evitar la soledad no deseada de las personas mayores en verano? Te leemos en comentarios
Dejar en casa Personas Cariñosas , Emoaticas , muy Comunicativas , con una gran Calidad Humana y mucha Vocación al Servicio , quienes serán realmente una Compañía para la Persona Mayor porque siempre estarán muy cerca de ellos haciéndoles Feliz con Musicoterapia , Risoterapia , Pláticas Memorables Placenteras y Paseos Gustosos harán de las Personas Mayores una Convivencia Feliz y Armónica como lo Merecen !!!
Hola Lisbeth, como bien dices si no podemos cuidar a nuestros seres queridos hay que dejarlos con cuidadores que los traten con profesionalidad, cariño y respeto. La soledad en personas mayores puede provocar depresión, ansiedad o paranoias. Luchemos por que los mayores envejezcan dignamente y evitemos el abandono. Un saludo