Un decálogo para diagnosticar la enfermedad de alzheimer
Los medios de detección disponibles en la actualidad para detectar la enfermedad de Alzheimer solo pueden diagnosticar la patología en fases avanzadas cuando los daños cerebrales ya son irreversibles.
Detectar la enfermedad de alzheimer antes de que se presenten los primeros síntomas clínicos supondría un gran avance en su prevención y tratamiento, mejorando la calidad de vida de los enfermos y sus familias así como facilitando la labor de los cuidadores.
Recientemente un grupo de investigación de la Universidad del Pais Vasco (UPV) ha presentado un método que podría detectar el Alzheimer de forma precoz mediante el análisis automático del habla espontánea.
[bctt tweet=»Un método que podría detectar el Alzheimer de forma precoz. #alzheimer» via=»@cuidum»]
El método se basa en grabar a los pacientes mientras cuentan alguna experiencia vital propia, en un ambiente relajado y distendido. A partir de esta información los profesionales pueden cuantificar elementos o detalles que los especialistas sanitarios ven a simple vista. De esta forma pueden evitarse tests neuropsicológicos, analíticas y otras pruebas más invasivas.
En esta cruzada por diagnosticar la enfermedad de Alzheimer en sus fases iniciales, la Alzheimer association ha publicado 10 señales de advertencia para identificar la enfermedad. Son las siguientes:
- Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.
- Dificultad para planificar o resolver problemas
- Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre
- Desorientación de tiempo o lugar
- Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos se relacionan uno al otro en el ambiente
- Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito.
- Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para retrazar sus pasos
- Disminución o falta del buen juicio
- Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.
- Cambios en el humor o la personalidad.
Cada persona puede experimentar una o mas de estas señales en diferentes grados. Si bien es siempre conveniente consultar a un médico si notamos alguna de ellas.
Si la enfermedad ya ha sido diagnosticada, es el momento de prepararse para cuidar de ellos y demos tener en cuenta los cambios que vimos en nuestro anterior post «La dura tarea de cuidar a una persona con Alzheimer»