Muchas personas mayores o con dificultades de movilidad pueden necesitar una barandilla para cama como una ayuda extra para acostarse y levantarse con seguridad. Asimismo, los cuidadores de personas que pasan mucho tiempo encamadas se encuentran a menudo con que los enfermos pueden caerse cuando intentan cambiar de postura o bajar de la cama por sus propios medios.
La solución es instalar una barandilla para cama como las que puede encontrar en nuestra tienda. Este mecanismo es suficiente para impedir que se caigan y también permite a los usuarios agarrarse al entrar y salir de la cama, facilitando sus movimientos y evitando que se hagan daño en las articulaciones. Además, los cuidadores tienen que hacer menos esfuerzo, lo que ayuda a proteger su espalda.
¿Cómo saber cuál es la barandilla para cama más adecuada?
Además de las necesidades de cada usuario, hay que tener en cuenta el tipo de cama donde se va a instalar. En general, se puede hablar de dos tipos de barandillas: para camas articuladas y para camas no articuladas.
Barandillas articuladas y telescópicas
Cuando se trata de un modelo de cama articulada, las barandillas más adecuadas son las abatibles o las telescópicas. Las primeras se adaptan prácticamente a cualquier tipo de cama y se instalan sin necesidad de herramientas. Además, son fáciles de utilizar: basta con tirar de un pasador para desbloquear el seguro y ya se puede bajar la barandilla.
Por lo que se refiere a las barandillas telescópicas, también son de fácil instalación y desbloqueo. La única diferencia es que, en lugar de bajarse, se deslizan hacia abajo para permitir que la persona se acueste o se levante.
Ambos modelos de barandillas para camas están pensados para que los utilice el cuidador y no el paciente. Al subirlas, se bloquean automáticamente, por lo que son perfectas para garantizar la seguridad de la persona encamada cuando hay que moverla o no se la puede vigilar constantemente. Se suministran en parejas y las hay de tres barras y de cuatro. Esta última es más alta pero la distancia entre barrotes es la misma.
Barandillas Bedcane y Pivot Rail
Cuando no se tiene una cama articulada pero se precisa ayuda para entrar y salir de la cama con seguridad, lo más adecuado es instalar alguno de estos modelos. La barandilla Bedcane es un asidero plegable con una cincha de seguridad que queda oculta bajo el colchón. Por su parte, la Pivot Rail, además de ser abatible, es también extensible. De esta manera, ofrece un alto grado de comodidad a la hora de acostarse o levantarse, y mayor seguridad durante el tiempo que se permanece en la cama. Los dos modelos cuentan con prácticos bolsillos, para tener a mano todo lo que se pueda necesitar, desde medicamentos hasta un libro o el mando de la tele.
También existen modelos de viaje. Se trata de barandillas para camas realizadas en aluminio, lo que las hace muy ligeras. La asidera está acolchada, puede plegarse y transportarse cómodamente en una maleta pequeña. Su instalación es rápida y sencilla y puede colocarse en cualquier cama: en casas de amigos o familiares, en hoteles, etc
Los materiales
Hay muchos tipos de barreras para camas y de muchos materiales, pero las más indicadas para colocar en camas de adultos son las de acero, ya que no son meros quitamiedos. Este material ese el más resistente y duradero. Además, aporta gran estabilidad y el necesario grado de seguridad, tanto si la barandilla se instala para evitar caídas como si es para que la persona mayor o enferma se agarre para subir o bajar de la cama.
Protectores para barandillas
En algunos casos, como cuando el paciente sufre demencia, es necesaria una protección aún mayor. Para ello se utilizan protectores acolchados, que impiden que la persona se golpee contra la barandilla o saque las piernas o los brazos entre los tubos. Su colocación es muy sencilla, a través de velcros, que, de paso, impiden que el protector rote sobre las barras o se deslice fuera de su sitio.
¿En qué casos está indicado instalar una barandilla en la cama?
En primer lugar, cuando el usuario presenta algún problema de movilidad, como los trastornos musculoesqueléticos que suelen afectar a las personas mayores. Pero también para ayudar a personas más jóvenes afectadas por enfermedades como la esclerosis múltiple, la parálisis cerebral, el Parkinson o las lesiones medulares, entre otras.
Además, si la persona padece algún tipo de demencia, el uso de barandillas también puede estar indicado. Por ejemplo, para enfermos de Alzheimer o para personas que presenten secuelas tras sufrir un accidente cardiovascular. Igualmente, es recomendable para personas que pueden padecer episodios de pérdida de conciencia.
En resumen, una barandilla de cama está concebida como un elemento de seguridad que no debe restringir los movimientos del usuario sino protegerle de golpes y caídas, o bien ayudarle a levantarse y acostarse con el mínimo esfuerzo.