El cuidado de personas mayores a domicilio se ha consolidado como una de las soluciones asistenciales más completas y beneficiosas para las personas dependientes. No obstante, las particularidades de esta profesión hacen que en ocasiones puedan ocurrir problemas con cuidadores de personas dependientes, generando un importante desgaste físico y emocional. Para evitar esa fatiga y continuar con una relación saludable es necesario identificar el problema y abordarlo con la actitud adecuada.
¿Cuáles son los problemas con cuidadores de personas dependientes más habituales?
Las cuidadoras de personas mayores se enfrentan a diario a las complicaciones típicas de un trabajo que exige mucho, tanto en lo personal como en lo profesional. Entre los problemas de cuidadores de personas dependientes más frecuentes están:
- Falta de claridad en las obligaciones y derechos del empleado y el empleador. Es uno de los motivos por los que no es recomendable tener a una cuidadora sin contrato.
- Frecuentes cambios conductuales en el mayor que tienen a su cargo y que se pueden agravar en presencia de chantaje emocional, consciente o inconsciente.
- Conflictos dentro del propio núcleo familiar, como la responsabilidad del cuidado de la persona mayor o la identificación de sus necesidades.
- Impotencia frente a la pérdida de control de la situación que puede conducir a la fatiga emocional, el malestar y la depresión.
¿Cómo actuar cuando surgen problemas con los cuidadores de personas dependientes?
Prevenir los problemas de cuidadores de personas dependientes y abordarlos del modo adecuado en el caso de que se produzcan resulta fundamental para garantizar el éxito de estas relaciones. Con independencia del origen del conflicto, los problemas de cuidadores de personas mayores, especialmente aquellos que atañen a la relación con la persona a cargo, deben tratarse siguiendo unas pautas básicas:
- Promover la escucha activa: ningún problema se resuelve si no existe comunicación en su sentido más amplio. Comunicar también implica tener empatía, paciencia y predisposición a escuchar y entender lo que otros necesitan.
- Proceder con asertividad: todos los sujetos implicados en el cuidado de personas mayores a domicilio deberían actuar con diligencia en los momentos adecuados. Frente a un posible chantaje emocional o el incumplimiento de responsabilidades, es necesario que la persona afectada disponga de espacio para exponer sus ideas y emociones con libertad, de forma sincera y educada.
- Proporcionar autonomía a la persona a cargo: es necesario huir de la sobreprotección y la sobredependencia. Para que esta relación sea saludable, el cuidador debe atender a la persona mayor sin imponer más limitaciones que aquellas que ya tiene, fomentado su autonomía y sus capacidades. La persona al cuidado, por su parte, debe mostrar cierta predisposición a aceptar esos nuevos retos, recibiendo las pautas adecuadas para no ‘abusar’ del cuidador.
Aunque poniendo en práctica estas pautas es difícil que la relación no vaya a mejor, no podemos obviar que en ocasiones resulta imposible encontrar el equilibrio. Cuando no es posible llegar a un entendimiento entre el cuidador y la persona cuidada porque no existe esa conexión necesaria para una relación saludable, siempre es posible cambiar de cuidador.
En Cuidum te ayudamos a buscar a un nuevo cuidador. Si fallan los métodos habituales para la gestión de problemas de cuidadores de personas dependientes, no tires la toalla. Ponte en contacto con nuestro equipo e iniciaremos el proceso de selección y contratación de un nuevo cuidador profesional.
La seguridad de un mediador y del contrato de empleada de hogar
Tener en casa a una cuidadora sin contrato no solo es cometer una ilegalidad, sino que entraña numerosos riesgos tanto para la empleada como para el empleador. En Cuidum minimizamos los problemas en el cuidado de personas mayores a domicilio garantizando un marco legal que ofrezca confianza y seguridad a todas las partes.
Aparte de cumplir con todos los requisitos estipulados por ley para que no haya ni una cuidadora sin contrato, disponemos de un servicio de mediación entre cuidadores y familiares. Gracias a este servicio exclusivo podemos abordar los problemas comunes del cuidado de personas mayores a domicilio desde una triple perspectiva: la de la persona cuidada, la de su entorno familiar y la del cuidador.
La mediación profesional en el cuidado de personas mayores a domicilio es una herramienta de gran utilidad en la resolución de posibles conflictos. Desde una posición neutral y actuando siempre de manera conciliadora, nuestros expertos mediadores habilitarán las vías de comunicación necesarias para encontrar una solución satisfactoria sin necesidad de realizar cambios que puedan resultar todavía más traumáticos para la persona mayor.
No obstante, en caso de que no fuera posible llegar a un acuerdo, desde Cuidum nos encargaremos del contrato de una empleada de hogar nueva con un perfil que se adapte mejor a las necesidades de la familia. Es una de las grandes ventajas de realizar el proceso dentro de la legalidad y con el respaldo de una agencia de cuidadores con muchos años de experiencia en el sector.