La vida es un camino que puede traernos tanto momentos buenos como malos, sin embargo la importancia consistirá en saberlos afrontar pensando siempre en aquellos a los que más queremos. Uno de los tragos más duros por los que se puede pasar, es el de ver a un ser querido impedido por el envejecimiento, una situación que genera un grado de dependencia distinto para cada persona, el cual deberá ser valorado y por supuesto, atendido de acuerdo a cada caso, de esta forma conocer cuándo será necesario contar con un/a cuidador/a.
Grados de Dependencia
Previo a la toma de decisión en la búsqueda del cuidador/a para tu ser querido, es importante conocer previamente el estado en el que se encuentra, aquí es donde explicaremos cada grado de dependencia, que no son más que una escala para comprender en qué situación se encuentra una persona que necesita de cuidados.
a) Grado de Dependencia I. Dependencia moderada: Consiste cuando la persona necesita de atención para realizar algunas actividades cotidianas al menos una vez al día. Siendo el grado más leve de todos, tiene necesidades intermitentes de asistencia o apoyo para su autonomía personal. Es decir, cada día debe acudir un familiar o un/a cuidador/a para ayudar con tareas concretas como puede ser la alimentación, aunque no haya una dependencia absoluta de alguien más.
b) Grado de Dependencia II. Dependencia severa: Se considera como el tipo de dependencia que ocupan las personas que no necesitan un cuidador las 24 horas, pero que sí requieren asistencia dos o tres veces al día para realizar varias actividades básicas de la vida diaria.
c) Grado de Dependencia III. Gran dependencia: Se trata de personas que necesitan el acompañamiento continuo de otro para poder llevar a cabo sus tareas cotidianas varias veces al día. Debido a la pérdida total de su autonomía física, mental, sensorial e intelectual, necesitan el constante apoyo de alguien más para su autonomía personal.
Cuidador según el grado de dependencia
La experiencia que hemos acumulado en Cuidum nos ha hecho comprender cada grado de dependencia, los mismos que necesitan de una debida atención personalizada de acuerdo a su prioridad y necesidades que demanden.
Es cierto que en el Grado de Dependencia I, no sea de total necesidad la presencia de un cuidador/a interno, pero sí se requerirá a un cuidador/a externo o por horas que pueda asistir esporádicamente en las actividades básicas diarias y sobre todo brindar compañía a la persona mayor, motivando a que pueda realizar las actividades por sí mismo. En estos casos, los mayores aún se valen por sí solos para muchas cosas, sin embargo precisan ayuda para realizar labores que requieren de un esfuerzo superior.
Quienes se encuentren en Grado de Dependencia II, necesitan de una ayuda más continua y de seguimiento como lo brinda una cuidadora interna entre semana o fin de semana, como realizar el control del horario de sus comidas, la supervisión en la toma de su medicación, como también ayudar a su movilidad en el desplazamiento dentro y fuera del hogar. Un cuidador/a tendrá la gran responsabilidad de no solo ayudar en las funciones básicas de la persona mayor, sino también a motivar mejorar su motricidad para que pueda realizarlas por sí solas.
Ahora bien, con las personas mayores que están ya en Grado de Dependencia III, la situación se tornará diferente. La necesidad de un cuidador/a interno 24/7 será preciso para este tipo de situación, pues sus cuidados demandarán una dedicación absoluta, debido a que la persona ha perdido totalmente su autonomía física, mental, intelectual y/o sensorial, necesitando el apoyo permanente de alguien más. La necesidad ya no consistirá en únicamente acompañarlo, sino en ayudarlo con las funciones más básicas del ser humano como el de alimentarse, vestirse o bañarlos.
¿Cuál es la mejor decisión?
Seguramente que estás en un momento decisivo, ya que lo normal es que quieras dar a ese familiar el mismo trato que él te dio cuando lo necesitaste, posiblemente te encuentres en una situación de impotencia, el querer poder ayudar a tu familiar o allegado, pero la falta de tiempo no te permite compaginar tu vida laboral y personal, llegando a la incertidumbre de qué hacer.
Antes que nada, es importante que la familia previamente conozca cuáles son las actividades más limitantes y que les cuesta trabajo realizar, con esto sabremos el tipo de cuidador/a que necesita tu familiar.
Hay que tomar en cuenta que cada situación es diferente, por lo que las necesidades variarán mucho en función de la persona que necesita los servicios de alguien más cómo es un cuidador/a.
En Cuidum, podemos ayudarte, realmente somos muy conscientes de las preocupaciones que se generan en este tipo de situaciones, sabiendo que queremos brindar la mejor asistencia a vuestros padres o familiares que lo necesitan, para ello te ofrecemos un servicio ajustado a la necesidad de tu familia; cuidador/as internas, externas para fin de semana o entre semana, como también brindarte un servicio por horas diarias. No dudes en escribirnos tu caso y te asesoraremos con todos los servicios que contamos.
2 comentarios
Hola buenas tardes soy cuidadora de mi madre con 93 años a la cual le dio un istun hace 9 años y desde entonces la cuido, a ella le ingresan en su cuenta una prestación por dependiente, aparte de esta prestación yo tendría derecho alguna ayuda por cuidarla??
Hola Carmen,
Las prestaciones económicas por dependencia en el entorno familiar, corresponden a ayudas que se otorgan al dependendiente para ser cuidados por un familiar y apoyo a cuidadores no profesionales. Esta ayuda correspondería para la persona que la está cuidando. Para ese caso, te sugiero que consultes al Servicio Social qué tipo de prestación está recibiendo tu madre y si corresponde a la misma.
Saludos,