A pesar de que siempre aspiramos a tener una sociedad abierta y respetuosa, se siguen produciendo muchas situaciones de injusticia social. En el caso de las personas mayores, muchos tienen que soportar malos tratos o muestras de desafecto por sus limitaciones, enfermedades mentales o físicas, soledad, etc. Es por ello que nos parece crucial sensibilizar a la ciudadanía sobre la intolerancia hacia las personas mayores y hacerles ver que se han de tratar como iguales.
¿Por qué se produce la intolerancia?
En muchas ocasiones, hay un estigma de que la persona mayor es una persona inactiva, que no aporta a la sociedad, que no se involucra, con cambios de humor y con muchas limitaciones con, por ejemplo, la tecnología. Además, se suele visualizar al mayor como una persona débil y dependiente. Es por ello que se tiende a marginarles en ciertas actividades.
Sin embargo, si nos paramos a pensarlo detenidamente, nos daremos cuenta de que la mayoría de personas mayores a nuestro alrededor son personas totalmente independientes, con unas rutinas y unos hábitos más o menos saludables, que se esfuerzan por ejercitarse y por socializar y que incluso cuidan de los demás. El concepto de envejecimiento ha cambiado y nos encontramos con personas activas en la sociedad. ¿Cuántas personas mayores conocemos que cuidan de sus nietos y que se han sabido adaptar perfectamente a cualquier situación nueva?
Según diversos estudios como el del programa de la Obra Social “La Caixa”, el perfil de persona mayor que sufre algún tipo de maltrato suele ser una persona con cierto deterioro físico, con trastornos mentales como la depresión o demencia, que viven solas y en pobreza… Además, es más frecuente en el género femenino. Otro factor de riesgo podría ser una baja autoestima del mayor y su sentimiento de dependencia en un tercero. Es muy importante conocer estos factores ya que nos pueden ayudar a la hora de la detección.
¿Cómo actuar ante un caso de maltrato o intolerancia?
Si en algún momento detectamos alguna situación de intolerancia o maltrato hacia una persona mayor, no debemos quedarnos callados para no ser cómplices de ese mal trato.
Debemos recordar estar alerta y controlar cualquier signo que pueda experimentar nuestro familiar para poder ofrecerle nuestro apoyo y asesoramiento: por ejemplo, ¿tiene cambios de humor o miedo sin razón aparente? Existen diversos Servicios Sociales que nos pueden ofrecer también asesoramiento y, en casos más graves, siempre se recomienda contactar con el cuerpo de Policía.
¿Cómo mejorar la tolerancia de la sociedad hacia los mayores?
Para evitar caer en el estigma, podemos recordar una serie de puntos para tratar a nuestros mayores como se merecen:
- Empatizar con ellos: sus emociones y sentimientos son igual de válidos que los nuestros. No debemos infantilizar a nuestros familiares mayores ni pensar que sus problemas no tienen importancia.
- Mantener el contacto: como hemos mencionado en numerosas ocasiones, uno de los miedos de muchas personas mayores es envejecer en soledad. No cuesta nada mostrar interés por sus inquietudes en la medida de lo posible, aunque no sea posible el contacto físico: una llamada o videollamada pueden marcar la diferencia para ellos.
- Respetar su autonomía e independencia: en caso de que la persona mayor tenga algún tipo de enfermedad o limitación, deberemos apoyarlos en la medida de lo posible. Sin embargo, debemos dejar que sean personas independientes. En caso de personas mayores con limitaciones, el simple hecho de dejarles ocuparse de las tareas de la casa (preparar la mesa, recoger, preparar algo fácil de comida o vestirse), aunque sea despacio, les hará sentirse válidos.
- Animarles a que se apunten a actividades culturales, de ocio o viajes: sabemos que es complicado dada la pandemia por la que estamos atravesando. No obstante, en la medida de lo posible, debemos fomentar que no rompan su rutina y que hagan actividades que les resulten gratificantes.
Cuidum, comprometidos con el bienestar de los mayores
Cuidum nació con el objetivo de aportar su granito de arena a la sociedad, a las personas mayores y a las personas que las cuidan. Es por ello que todos nuestros servicios están centrados en un modelo de atención centrado en la persona mayor para promover su integridad en la sociedad y fomentar su participación en ella. Nuestros cuidadores no solo les ayudan con las tareas de la casa o higiene, sino que les acompañan y fomentan la actividad física, la comunicación, el establecimiento de una rutina activa, etc.
De igual manera, nos aseguramos de que todos nuestros cuidadores cumplan con unos requisitos de experiencia y especialización y de seleccionar al mejor candidato para cada familia según sus necesidades.