Código ético

El código ético de cuidadoras de Cuidum es entender la especial sensibilidad que implica el cuidado a personas en especial situación de desprotección y la comprensión del delicado estado emocional en el seno familiar.

Para Cuidum es requisito obligatorio por parte de sus cuidadoras la aceptación de las siguientes normas para la buena práctica del cuidado:

  • Atención de sus obligaciones laborales, con responsabilidad y diligencia en el cumplimiento de los horarios establecidos en el inicio del contrato de trabajo entre cuidadora y familia.
  • Respetar el derecho a la intimidad del paciente y la familia así como guardar confidencialidad del entorno del paciente y su núcleo familiar.
  • Asegurar y prevenir que no se producen, a causa de la negligencia de la cuidadora, situaciones que pongan en peligro la integridad del paciente así como su debida atención.
  • Mantener una relación de convivencia con el paciente basada en el respeto y la dignidad.
  • Ser consciente que un abandono de servicio sin justificación implica una actitud poco responsable e irrespetuosa hacia la familia que ha depositado su confianza en el cuidado de su ser querido.
  • Asegurar que cualquier tipo de cambio en la situación laboral sea comunicado a la familia con la suficiente anterioridad con el objetivo de no afectar la calidad en la atención diaria del paciente ni a su vez alterar la normalidad de la vida familiar.
  • Cuidar su imagen y su higiene personal para favorecer un entorno de trabajo agradable entre profesional, paciente y familia.

La economía de las familias

La inversión que una familia tiene que hacer para afrontar el gasto que supone el cuidado de los miembros dependientes a menudo supone un esfuerzo extraordinario que requiere la colaboración de varios hijos y genera muchos conflictos.

El estado no proporciona apenas ayudas para el cuidado domiciliario, que es la opción preferida de las familias.

Una familia no es una empresa. Y aunque se le exige que contrate a las empleadas de hogar y a los cuidadores como si lo fuera, la falta de recursos económicos y de conocimientos supone una barrera a veces infranqueable.

Muchas familias quieren contratar legalmente a sus cuidadores pero no saben cómo hacer los contratos, las nóminas, las vacaciones. Necesitan asesoramiento en todos estos procesos.

Al hacer las contrataciones dentro de la legalidad, los salarios de las cuidadoras van a ser como mínimo los que marque la ley, además del alta en la seguridad social.

Nosotros consideramos que cuando mejor sea el salario para la cuidadora, mayor será su recompensa por el duro trabajo que realizan, y así se lo transmitimos a las familias. Si bien, también sabemos que para la mayoría de las familias no es posible mejorar las condiciones salariales de las cuidadoras y ya hacen un gran esfuerzo para pagar a la seguridad social y el salario mínimo interprofesional.

Dependencia y familias

Históricamente las mujeres han asumido el cuidado de los niños, los mayores y los enfermos dentro de las familias. En la actualidad la sociedad ha avanzado mucho en el proceso de incorporación de la mujer en el mercado laboral, de manera que es común que las familias recurran a cuidadores profesionales cuando la enfermedad o la dependencia afectan a nuestros seres queridos.

Cuando uno de nuestros seres queridos necesita cuidados y como familia tenemos obligaciones y responsabilidades que nos impiden cuidar por nosotros mismos sufrimos un gran estrés.

En Cuidum sabemos que las familias llegan a nosotros sintiéndose perdidas, vulnerables y estresadas. Es importante que nos pongamos en su lugar y comprender que están pidiendo ayuda. Para una familia, encontrar un cuidador adecuado en quien poder confiar es de gran valor.

Política de
fijación de precios

Con la contratación legal de las cuidadoras se garantiza el salario mínimo profesional y el alta en la seguridad social.

Intentamos incentivar a las familias a que mejoren las condiciones en la medida de lo posible para compensar a las cuidadoras por su trabajo y fidelizarlas en su labor, de manera que se minimice la rotación, que afecta negativamente a la calidad de los cuidados.

La realidad en el sector del cuidado domiciliario

Más del 90% del sector del cuidado domiciliario tiene economía sumergida, con cuidadores no profesionales en situación irregular. Esto es a parte de ilegal, una mala idea, puesto que las consecuencias derivadas de esta ilegalidad pueden salir mucho más caras.

Una familia que sea denunciada por tener contratada de forma ilegal a una cuidadora es responsable ante la ley y puede sufrir sanciones civiles e incluso penales.

No es difícil que una familia sea denunciada por contratación ilegal. Solo con que una cuidadora sufra un accidente doméstico y acuda a un centro de salud a tratarse puede ser el detonante que ponga en evidencia la situación ilegal del trabajador.

Por ello, en Cuidum trabajamos para concienciar sobre la importancia de contratar legalmente. Es un acto de justicia para los trabajadores y es una exigencia de la ley.

En Cuidum trabajamos para concienciar en la importancia de contratar legalmente. Es un acto de justicia para los trabajadores y es una exigencia de la ley.

Código ético

El código ético de cuidadoras de Cuidum es entender la especial sensibilidad que implica el cuidado a personas en especial situación de desprotección y la comprensión del delicado estado emocional en el seno familiar.

El código ético de cuidadoras de Cuidum es entender la especial sensibilidad que implica el cuidado a personas en especial situación de desprotección y la comprensión del delicado estado emocional en el seno familiar. Para Cuidum es requisito obligatorio por parte de sus cuidadoras la aceptación de las siguientes normas para la buena práctica del cuidado:

Atención de sus obligaciones laborales, con responsabilidad y diligencia en el cumplimiento de los horarios establecidos en el inicio del contrato de trabajo entre cuidadora y familia.

Respetar el derecho a la intimidad del paciente y la familia así como guardar confidencialidad del entorno del paciente y su núcleo familiar.

Asegurar y prevenir que no se producen, a causa de la negligencia de la cuidadora, situaciones que pongan en peligro la integridad del paciente así como su debida atención.

Mantener una relación de convivencia con el paciente basada en el respeto y la dignidad.

Ser consciente que un abandono de servicio sin justificación implica una actitud poco responsable e irrespetuosa hacia la familia que ha depositado su confianza en el cuidado de su ser querido.

Asegurar que cualquier tipo de cambio en la situación laboral sea comunicado a la familia con la suficiente anterioridad con el objetivo de no afectar la calidad en la atención diaria del paciente ni a su vez alterar la normalidad de la vida familiar.

Cuidar su imagen y su higiene personal para favorecer un entorno de trabajo agradable entre profesional, paciente y familia.

La economía de las familias

La inversión que una familia tiene que hacer para afrontar el gasto que supone el cuidado de los miembros dependientes a menudo supone un esfuerzo extraordinario que requiere la colaboración de varios hijos y genera muchos conflictos.

El estado no proporciona apenas ayudas para el cuidado domiciliario, que es la opción preferida de las familias.

Una familia no es una empresa. Y aunque se le exige que contrate a las empleadas de hogar y a los cuidadores como si lo fuera, la falta de recursos económicos y de conocimientos supone una barrera a veces infranqueable.

El estado no proporciona apenas ayudas para el cuidado domiciliario, que es la opción preferida de las familias.

Muchas familias quieren contratar legalmente a sus cuidadores pero no saben cómo hacer los contratos, las nóminas, las vacaciones. Necesitan asesoramiento en todos estos procesos.

Al hacer las contrataciones dentro de la legalidad, los salarios de las cuidadoras van a ser como mínimo los que marque la ley, además del alta en la seguridad social.

Nosotros consideramos que cuando mejor sea el salario para la cuidadora, mayor será su recompensa por el duro trabajo que realizan, y así se lo transmitimos a las familias. Si bien, también sabemos que para la mayoría de las familias no es posible mejorar las condiciones salariales de las cuidadoras y ya hacen un gran esfuerzo para pagar a la seguridad social y el salario mínimo interprofesional.

Política de fijación de precios

Con la contratación legal de las cuidadoras se garantiza el salario mínimo profesional y el alta en la seguridad social.

Intentamos incentivar a las familias a que mejoren las condiciones en la medida de lo posible para compensar a las cuidadoras por su trabajo y fidelizarlas en su labor, de manera que se minimice la rotación, que afecta negativamente a la calidad de los cuidados.

La realidad en el sector del cuidado domiciliario

Más del 90% del sector del cuidado domiciliario tiene economía sumergida, con cuidadores no profesionales en situación irregular. Esto es a parte de ilegal, una mala idea, puesto que las consecuencias derivadas de esta ilegalidad pueden salir mucho más caras.

Una familia que sea denunciada por tener contratada de forma ilegal a una cuidadora es responsable ante la ley y puede sufrir sanciones civiles e incluso penales.

No es difícil que una familia sea denunciada por contratación ilegal. Solo con que una cuidadora sufra un accidente doméstico y acuda a un centro de salud a tratarse puede ser el detonante que ponga en evidencia la situación ilegal del trabajador.

Por ello, en Cuidum trabajamos para concienciar sobre la importancia de contratar legalmente. Es un acto de justicia para los trabajadores y es una exigencia de la ley.

En Cuidum trabajamos para concienciar en la importancia de contratar legalmente. Es un acto de justicia para los trabajadores y es una exigencia de la ley.